Recordando, releyendo letras de antaño, evocando movimientos y situaciones que han dejado de ser, y aun así me pregunto qué hará él, al otro lado… Si hay alguna telecomunicación posible entre ambos, tal vez el me piense, observando las estrellas…
Habita una noche estrellada, una noche siniestra con estímulos silenciosos. Lo que fuimos fue tan corto pero tan profundo, así es, así fue una historia más para nuestro portafolio existencial… Las personas van quedando en letras, implicadas, mientras sus vidas siguen, su ritmo y su transformación continua, no sé detiene hasta que llega el final, un final que tal vez ni llegue a mis oídos. Maullidos que decepcionan, un gato de caos que no sé olvida, un siamés disociado, un reptil perenne y un amor ancestral que aún sigue suspendido en la sospecha de lo sucederá… ¿Indiferencia o desazón que es lo que percibo yo, sobre el amor? Relaciones interpersonales tan quebradizas y huidizas.
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