Detectando la cadencia de las melodías que aluden a la perfección, la simbiosis que enaltece los sentidos, ahuyentando el desazón y la discordia… Suspiros en intervalos de espeso calor, silencios con detritus sensorial, ofuscación perceptual que terminan por Ahogar. Las sensaciones arden, los pensamientos se retuercen, en un descongelo imprevisible.
Una mala decisión, un estallido que hace perder el control, el cuerpo trémulo, denso y pegajoso, dilata la piel en llamas, y este silencio sofocante que aturde y no aflora emociones, una ininterrumpida noche sepulcral, espera el tiempo exacto para callar, y como no desentonar ante la belleza de lo inasible, perforarse el pecho con emociones innecesarias, y el jardín que añore, aún sigue esperando en mi imaginación deseando que lo busque con cautela y discernimiento, dar pasos sin rumbo, tal vez perdida del puente que da al otro lado de mi cerebro, pie derecho que no sigue el ritmo del pie izquierdo, desentonada, desesperada y frenética sigo sin despertar, ansió arrancar este pensamiento de atrocidad prematura ansiedad que derrama malestar, solo un grito de auxilio para no sentir, como lo humano se vuelve insoportable … Suspiro hondamente triste corto las dos puntas de mis trenzas, la luna media me lo ha dicho en forma de sortilegio embrionario, las estrellas en coro y regadas en el horizonte miran con sospecha mis ojos taciturnos, debo dormir desaparecer de esta realidad de sensaciones tan tristes, regresar a la luz que lo une a todo.
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